EL MAPA DELSISTEMA ELÉCTRICO ESPAÑOL
DESTIERRO DEL CARBÓN Y AUGE RENOVABLE: ASÍ HA CAMBIADO LA GENERACIÓN ELÉCTRICA EN ESPAÑA EN UNA DÉCADA
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EL TAJO
El río Tajo, el más largo de la península ibérica, con una longitud aproximada de 1.008 kilómetros, tiene una gran relevancia desde el punto de vista geográfico. Nace en la Sierra de Albarracín, en la provincia de Teruel, en el centro de España y discurre entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, pasando por Aranjuez, Toledo o Talavera de la Reina. Desde allí, atravesando el país en dirección oeste hasta desembocar en el océano Atlántico, cerca de Lisboa, formando un estuario.
Con una longitud de aproximadamente 1.008 kilómetros, el Tajo es el río más largo de la Península Ibérica. Su cuenca hidrográfica es una extensa área de alrededor de 80.000 kilómetros cuadrados, siendo una importante fuente de agua para múltiples usos, como el abastecimiento humano, la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica. Su curso está muy alterado por las intervenciones humanas: desde los embalses hasta el trasvase Tajo-Segura.
El río Tajo atraviesa diversos paisajes y regiones geográficas a lo largo de su recorrido. En su origen, en la Sierra de Albarracín, se encuentra en una zona montañosa, rodeada de bosques y paisajes pintorescos. A medida que avanza hacia el oeste, pasa por la Meseta Central española, una extensa llanura caracterizada por su altitud elevada y sus amplias vistas panorámicas.
A su paso por la ciudad de Toledo, el Tajo forma un impresionante cañón, conocido como el Tajo de Toledo, que ha desempeñado un papel histórico y defensivo importante a lo largo de los siglos. Esta ciudad, situada en la cima de una colina y rodeada por el río, que hace un meandro, ofrece una imagen icónica de la geografía del Tajo.
Tiene una cuenca hidrográfica muy extensa que abarca aproximadamente 80.000 kilómetros cuadrados. Esta cuenca incluye numerosos afluentes. Uno de los afluentes más destacados del río Tajo es el río Jarama. Este río nace en la Sierra de Ayllón, en la Comunidad de Madrid, y fluye hacia el suroeste hasta unirse con el Tajo cerca de la localidad de Aranjuez. El río Jarama registra una zona de transición entre la Meseta Central y la Depresión del Tajo, y su cuenca hidrográfica abarca áreas de gran importancia agrícola.
Otro afluente relevante es el río Alberche, que también tiene su origen en la Sierra de Ayllón y atraviesa la provincia de Ávila antes de unirse al Tajo en la localidad de Talavera de la Reina. El río Alberche discurre por un paisaje montañoso y boscoso, requiere agua a la Reserva Natural del Valle de Iruelas y a numerosos cultivos agrícolas.
El río Tiétar es otro afluente significativo del Tajo. Nace en la Sierra de Gredos, en la provincia de Ávila, y fluye hacia el oeste a través de Extremadura hasta su encuentro con el Tajo cerca de la ciudad de Alcántara. El río Tiétar atraviesa un paisaje montañoso y forma hermosos meandros a lo largo de su curso, creando un entorno natural de gran valor ecológico.
El río Tajo ha sido históricamente muy importante para las comunidades que lo rodean. Ha sido utilizado para la navegacion y el transporte de mercancias desde tiempos antiguos. Además, sus aguas han sido utilizadas para regar los campos y abastecer a las ciudades a lo largo de su curso. En la actualidad, también es una fuente importante de energía hidroeléctrica gracias a la presencia de varias presas a lo largo del río.
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EL RÍO GUADALQUIVIR
El río Guadalquivir es uno de los ríos más importantes de la Península Ibérica. Con una extensión de aproximadamente 657 kilómetros, atravesando el suroeste de España, desde su nacimiento en la Sierra de Cazorla, Jaén, hasta desembocar en forma de marismas, en el océano Atlántico, cerca de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Atraviesa las provincias de Córdoba, Sevilla y Huelva
Desde el punto de vista geográfico, el Guadalquivir es un elemento clave en la configuración del paisaje y la geografía de la región andaluza. Su cuenca hidrográfica abarca una superficie de alrededor de 58.000 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en el segundo río más grande de España en términos de cuenca después del río Ebro.
El río Guadalquivir atraviesa diferentes regiones geográficas, desde su origen en las montañas de Cazorla, hasta su desembocadura en el golfo de Cádiz. A lo largo de su recorrido, el río dibuja un paisaje diverso y variado. En su tramo alto, discurre por una estrecha y pintoresca garganta, rodeada de abruptas laderas montañosas, exuberante vegetación y fuertes pendientes.
A medida que se adentra en las tierras bajas, el Guadalquivir se ensancha y su cauce se vuelve más sinuoso, formando amplios meandros y zonas de inundación conocidas como "marismas". Estas marismas, como las del Parque Nacional de Doñana, son un hábitat crucial para una gran variedad de especies animales y vegetales, y se consideran uno de los humedales más importantes de Europa.
Los principales afluentes del río Guadalquivir son:
Genil: Es el afluente más importante del Guadalquivir. Nace en la Sierra de Cazorla y fluye hacia el oeste, pasando por ciudades como Granada, Écija y Palma del Río antes de unirse al Guadalquivir cerca de la ciudad de Alcolea.
Guadiana Menor: Este afluente nace en la Sierra de Segura y desemboca en el Guadalquivir cerca de la localidad de Mengíbar.
Guadalimar: Nace en la Sierra de Alcaraz y se une al Guadalquivir en el embalse de Rumblar, cerca de la ciudad de Andújar.
Guadajoz: Se origina en la Sierra de Hornachuelos y fluye hacia el noroeste, uniéndose al Guadalquivir cerca de la ciudad de Palma del Río.
Guadiato: Nace en la Sierra de Hornachuelos y recupera la provincia de Córdoba, pasando por localidades como Peñarroya-Pueblonuevo y Villanueva del Rey antes de desembocar en el Guadalquivir cerca de Almodóvar del Río.
El río Guadalquivir, "río Grande" en árabe, ha sido un importante eje de comunicación y transporte a lo largo de la historia. Sus aguas navegables han facilitado el comercio y el intercambio cultural desde tiempos remotos. Ciudades como Sevilla o Córdoba se han desarrollado en sus orillas, aprovechando su posición estratégica y su conexión con el mar.
Además de su importancia histórica y cultural, el Guadalquivir también desempeña un papel crucial en el suministro de agua para la agricultura y el abastecimiento de numerosas poblaciones a lo largo de su curso. Sus aguas son utilizadas para el riego de cultivos, la generación de energía hidroeléctrica y el consumo humano.
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SEQUÍA EN ESPAÑA
La sequía es un fenómeno que afecta a muchos países en todo el mundo, y España no es una excepción. En los últimos años, la sequía se ha convertido en un problema cada vez más grave en algunas zonas del país, especialmente en la región mediterránea. La falta de agua tiene consecuencias devastadoras para el medio ambiente, la agricultura, la ganadería y la economía en general.
Causas de la sequía en España
La sequía en España tiene varias causas, algunas de las cuales son naturales y otras son provocadas por la actividad humana. Entre las causas naturales se encuentran la falta de precipitaciones, el aumento de las temperaturas y la disminución de la humedad relativa. Estos factores pueden ser el resultado de cambios en los patrones climáticos o de la variabilidad natural del clima.
Por otro lado, las causas de la sequía relacionadas con la actividad humana incluyen el cambio climático, la sobreexplotación de los recursos hídricos, la contaminación y la degradación del suelo. El cambio climático, en particular, está exacerbando los efectos de la sequía en España y en todo el mundo. El aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones hacen que la escasez de agua sea cada vez más común.
Consecuencias de la sequía en España
La sequía tiene consecuencias negativas en muchos aspectos de la vida en España. En primer lugar, afecta gravemente al medio ambiente. La escasez de agua puede provocar la muerte de plantas y animales, la desertificación del suelo y la degradación de los ecosistemas. Además, la sequía también puede provocar incendios forestales, que son cada vez más frecuentes en España.
Otra consecuencia importante de la sequía es el impacto en la agricultura y la ganadería. La falta de agua hace que sea difícil cultivar y mantener a los animales. Esto puede llevar a la pérdida de cosechas y a la muerte de animales, lo que a su vez puede afectar la economía local y nacional.
Finalmente, la sequía también tiene un impacto en la vida diaria de las personas. La falta de agua puede provocar restricciones en el consumo de agua potable, lo que puede afectar la salud de las personas y limitar su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas. Además, la escasez de agua puede afectar a la generación de energía, lo que puede provocar cortes de luz y otros problemas en la infraestructura eléctrica.
Medidas para frenar la sequía
Para enfrentar la sequía, es importante tomar medidas tanto a nivel individual como a nivel colectivo. A nivel individual, se pueden tomar medidas como reducir el consumo de agua, utilizar tecnologías de ahorro de agua y evitar el desperdicio su desperdicio. A nivel colectivo, se pueden tomar medidas como la inversión en infraestructuras para el almacenamiento y distribución de agua, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la educación sobre el uso responsable del agua.